Para comprender esta paradoja puede resultar
ilustrativo el llamado “misterio de los apaches”. Los apaches fueron el pueblo
indígena del norte de México que mayor y más larga resistencia opuso (en
contraste con otros pueblos de estructura social centralizada, como aztecas e incas) a los
conquistadores españoles primero y al ejército estadounidense después. El hecho
se debió, en primer lugar, a su organización social. Entre ellos el poder político
estaba distribuido por igual y puede decirse que la tribu estaba así bastante
descentralizada: en lugar de un jefe, los apaches tenían tan sólo un líder
espiritual llamado Nant’an. Este líder guiaba a su tribu con el ejemplo y no
ejercía ningún poder coercitivo. Los indios apache lo seguían porque querían y
no por verse obligados a ello. El mando central no existía y las decisiones se tomaban
in situ, dependiendo de las circunstancias.
La estructura social de la tribu se caracterizaba
por la flexibilidad, el poder compartido y la ambigüedad, todo lo cual resultó
decisivo para preservarla de los ataques de las sociedades organizadas y
centralizadas. Los ataques más intensos hacían que la sociedad de los apaches se
hiciese aún más fuerte: cuando un líder caía, enseguida aparecía uno nuevo;
cuando sus aldeas eran destruidas, se hacían nómadas. En su estrategia, los apaches aplicaban el
primero de los principios básicos de la descentralización:
Al
ser atacada, una organización descentralizada tiende a hacerse aún más abierta.
Los apaches permanecieron invencibles hasta bien
entrado el siglo XX gracias a su organización tribal descentralizada. Los
estadounidenses consiguieron vencerles con un arma inofensiva: el ganado. La
táctica para cambiar la estructura de la sociedad apache fue muy simple: a los Nant’an –sus guías espirituales se les
convirtió en propietarios de un recurso escaso como eran las vacas y, en cuanto
esto ocurría, su poder simbólico se convertía en material. En vez de liderar
con el ejemplo, los Nant’an comenzaron a premiar y castigar a los miembros de
la tribu con la concesión o privación de ese bien casi inexistente. Esta
situación lo alteró todo: los Nant’an rivalizaban entre sí por el poder, los
votos en los consejos tribales se compraban y la estructura social se hizo
jerárquica. Controlar a los apaches pasó a ser una tarea mucho más sencilla que
antes para el gobierno norteamericano.
La clave de esta estrategia fue la concentración del
poder en manos de unos pocos. Cuando algún miembro de la tribu obtenía el
derecho a la propiedad buscaba crear un sistema centralizado para proteger sus intereses. [Con lo que, el
poder de los Apaches se extinguió].
Historia del Final de los Apaches,
tomada del Leader Summries: «Empresas Descentralizadas».
Autores: Ori
Brafman y Rod Beckstrom
Del libro: «The
Starfish & The Spide».
Editorial: Portfolio.
Aprende Idioma
Inglés, visita:
Presenta: M.C. Enrique Ruiz Díaz.
Con
título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la
Computación.
Egresado del
Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.
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