Friday, May 22, 2015

Funcionamiento de una Zona de Innovación. - M.C. Enrique Ruiz Díaz.






«Funcionamiento de una zona de innovación Partners HealthCare, que dirige un grupo de grandes hospitales en Boston y sus alrededores, tiene una forma interesante de abordar el concepto de zona de innovación. Ha creado un Grupo de Investigación e Iniciativas (RVL) dedicado a descubrir nuevas ideas, fomentarlas, invertir en ellas, medirlas y hacerles un seguimiento. Hay un proceso para evaluar las ideas de forma transparente y abierta, a continuación desarrollar las ideas con sus creadores con el fin de elegir las mejores vías de comercialización y, finalmente, canalizar el valor que genere la idea para que revierta en la organización (una cantidad específica vuelve directamente al inventor). Éstos son procesos inexistentes en la mayoría de las organizaciones que intentan pasar de la invención a la innovación. El RVL, por cierto, informa directamente al director ejecutivo de Partners.

El resultado ha sido una enorme creación de valor, junto con la institucionalización de la innovación como parte esencial del panorama organizativo de la empresa. El RVL ha dado lugar a un aumento del 30% de nuevas invenciones de un año para otro, 12 nuevas empresas y 327 millones de dólares en ingresos a partir de la innovación de estas ideas. Aunque algunas de las innovaciones son grandes éxitos en el sentido farmacéutico (por ejemplo, el medicamento Enbrel contra la artritis), la mayoría de las ideas que comercializa el RVL constituyen cambios incrementales. A pesar de que son pequeños, añaden un valor cuantificable. Éste es un punto clave: si no se puede medir el valor de las innovaciones incrementales, se acaba dependiendo de los grandes éxitos para demostrar que la organización es innovadora. Esto es un gran error, con un efecto corrosivo en el funcionamiento de la empresa como organización innovadora.

La institucionalización de la innovación significa que a los inventores de Partners se les ofrece lo que el RVL llama  una “salida interna”, una forma de llevar sus ideas al mercado sin necesidad de abandonar la empresa. Esta idea no es nueva. Muchas empresas, como Xerox PAR C, Bell Labs y muchas asociaciones académicas, han intentado crear entornos parecidos para animar a sus empleados a desarrollar sus ideas dentro de la organización. La diferencia es que, en el RVL, el grupo interno no es el creador o el que desarrolla la idea, sino el facilitador. El RVL no es en absoluto un laboratorio o un departamento de I+D. Es un “enlace” entre el creador de la idea y las muchas fuerzas y partes implicadas que deben participar en ella para que sea puesta en práctica o comercializada.

Por supuesto, los incentivos y las recompensas económicas mutuas son la base de cualquier asociación empresarial. El RVL no es diferente en este sentido; los científicos reciben normalmente el 25% de los derechos de sus descubrimientos. No obstante, el reconocimiento puede producirse de muchas formas diferentes y no tiene por qué ser necesariamente monetario. En una era caracterizada por la rapidez de la innovación, así como por el gran volumen de innovaciones, la salida interna es un mecanismo clave para retener el capital humano y aprovechar el poder de las mentes innovadoras. El verdadero beneficio de dar a los empleados salidas internas se obtiene a largo plazo: crear un grupo de inventores dentro de la empresa que, con el tiempo, generen una gran cantidad de nuevas y valiosas ideas».

Artículo: «Liderando en la zona de innovación».
Autor: Tom Koulopoulos.
Editorial: (no se menciona).


Presenta: M.C. Enrique Ruiz Díaz.


Con título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la Computación.

Egresado del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.

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