«La Psicología Positiva.
La
psicología positiva no es un enfoque nuevo puesto que ya existían elementos en
décadas anteriores (Seligman, 2000), tanto en concepciones teóricas como en la
propia práctica psicoterapéutica, que hacían énfasis en algunos aspectos
positivos. Sin embargo, nunca antes se había prestado tanta atención a esta
perspectiva, ni intentado organizar el conocimiento teórico y práctico
conformando una nueva disciplina.
Según
Seligman & Csikszentmihalyi (2000) antes de la Segunda Guerra Mundial, la
psicología tenía tres misiones: curar la enfermedad mental, hacer las vidas de
las personas más plenas e identificar y alimentar el talento. Sin embargo, los
autores consideran que la única que prosperó hasta nuestros días es el estudio
y tratamiento de las enfermedades mentales, dentro de lo cual se han hecho
grandes avances. En tanto, las otras dos misiones, mejorar la vida de las
personas y fomentar genios han sido completamente olvidadas. Una de las
posibles causas que menciona Seligman es que la psicología ingresó como ciencia
de la mano de la medicina y no pudo desligarse del modelo médico basado en el
déficit. Además, las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, hicieron necesaria
una mayor atención a las enfermedades mentales, relegando a un segundo plano el
estudio de los procesos normales. Desde entonces, la Psicología sigue el mismo
rumbo y como consecuencia se encuentran instaladas creencias erróneas del tipo
que la ausencia de enfermedad o su alivio, es suficiente para alcanzar la felicidad
o un grado óptimo de funcionamiento. ( Prada, 2005).
La
psicología positiva tiene dos objetivos importantes que pretenden superar los
déficit anteriores: hacer más fuertes y productivas a las personas normales y
hacer real el elevado potencial humano.
Así,
la psicología positiva se define como el estudio científico de las experiencias
positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan
su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los
individuos, mientras previene o reduce la incidencia de la psicopatología (Seligman,
2005; Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Es definida también como el
estudio científico de las fortalezas y virtudes humanas, las cuales permiten
adoptar una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus
motivaciones y capacidades (Sheldon & King, 2001).Se incluyen también virtudes
cívicas e institucionales que guían a los individuos a tomar responsabilidades
sobre su comunidad y promueve características para ser un mejor ciudadano
(Seligman & Csikszentmihalyi, 2000).
Uno
de los principales aportes de la psicología positiva ha sido establecer que el
sentimiento de felicidad o bienestar duradero es bastante estable en las
personas, y que está compuesto por un puntaje fijo, probablemente hereditario,
que es relativamente independiente del ambiente en el que se vive, se puede
modificar por circunstancias específicas, pero luego de unos meses vuelve a su
nivel de línea de base.
Así,
el temperamento es uno de los predictores más importantes de los niveles de
experiencias positivas que una persona sentirá (Seligman, 2005). Por otra
parte, están las fortalezas de carácter, que son propias de cada persona y
pueden ponerse en práctica. Las fortalezas son rasgos o características psicológicas
que se presentan en situaciones distintas a través del tiempo, y sus
consecuencias suelen ser positivas. Poner en práctica una fortaleza provoca
emociones positivas auténticas (Seligman, 2005) y actúan como barreras contra
la enfermedad, entre estas se encuentran el optimismo, las habilidades interpersonales,
la fe, el trabajo ético, la esperanza, la honestidad, la perseverancia y la
capacidad para fluir (flow), entre otras. Lykken (2000) sugiere que los
individuos pueden fortalecer intencionalmente su capacidad para experimentar y
maximizar emociones positivas, lo que, se ha demostrado, mejora la salud
física, emocional y social».
Artículo: «El Emprendedor desde el Enfoque de la
Psicología Positiva».
Autores: José C. Sánchez, A. Gutiérrez, T.
Carballo, R. Quintana, & V. Caggiano
Editorial:
International Journal of Developmental and
Educational Psychology
INFAD Revista de Psicología, Nº1, 2010.
ISSN: 0214-9877. pp:35-42 35
Presenta: M.C. Enrique Ruiz Díaz.
Con
título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la
Computación.
Egresado
del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.
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