Monday, June 15, 2015

La Psicología Positiva.





«La Psicología Positiva.
La psicología positiva no es un enfoque nuevo puesto que ya existían elementos en décadas anteriores (Seligman, 2000), tanto en concepciones teóricas como en la propia práctica psicoterapéutica, que hacían énfasis en algunos aspectos positivos. Sin embargo, nunca antes se había prestado tanta atención a esta perspectiva, ni intentado organizar el conocimiento teórico y práctico conformando una nueva disciplina.

Según Seligman & Csikszentmihalyi (2000) antes de la Segunda Guerra Mundial, la psicología tenía tres misiones: curar la enfermedad mental, hacer las vidas de las personas más plenas e identificar y alimentar el talento. Sin embargo, los autores consideran que la única que prosperó hasta nuestros días es el estudio y tratamiento de las enfermedades mentales, dentro de lo cual se han hecho grandes avances. En tanto, las otras dos misiones, mejorar la vida de las personas y fomentar genios han sido completamente olvidadas. Una de las posibles causas que menciona Seligman es que la psicología ingresó como ciencia de la mano de la medicina y no pudo desligarse del modelo médico basado en el déficit. Además, las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, hicieron necesaria una mayor atención a las enfermedades mentales, relegando a un segundo plano el estudio de los procesos normales. Desde entonces, la Psicología sigue el mismo rumbo y como consecuencia se encuentran instaladas creencias erróneas del tipo que la ausencia de enfermedad o su alivio, es suficiente para alcanzar la felicidad o un grado óptimo de funcionamiento. ( Prada, 2005).

La psicología positiva tiene dos objetivos importantes que pretenden superar los déficit anteriores: hacer más fuertes y productivas a las personas normales y hacer real el elevado potencial humano.

Así, la psicología positiva se define como el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, mientras previene o reduce la incidencia de la psicopatología (Seligman, 2005; Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Es definida también como el estudio científico de las fortalezas y virtudes humanas, las cuales permiten adoptar una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus motivaciones y capacidades (Sheldon & King, 2001).Se incluyen también virtudes cívicas e institucionales que guían a los individuos a tomar responsabilidades sobre su comunidad y promueve características para ser un mejor ciudadano (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000).

Uno de los principales aportes de la psicología positiva ha sido establecer que el sentimiento de felicidad o bienestar duradero es bastante estable en las personas, y que está compuesto por un puntaje fijo, probablemente hereditario, que es relativamente independiente del ambiente en el que se vive, se puede modificar por circunstancias específicas, pero luego de unos meses vuelve a su nivel de línea de base.

Así, el temperamento es uno de los predictores más importantes de los niveles de experiencias positivas que una persona sentirá (Seligman, 2005). Por otra parte, están las fortalezas de carácter, que son propias de cada persona y pueden ponerse en práctica. Las fortalezas son rasgos o características psicológicas que se presentan en situaciones distintas a través del tiempo, y sus consecuencias suelen ser positivas. Poner en práctica una fortaleza provoca emociones positivas auténticas (Seligman, 2005) y actúan como barreras contra la enfermedad, entre estas se encuentran el optimismo, las habilidades interpersonales, la fe, el trabajo ético, la esperanza, la honestidad, la perseverancia y la capacidad para fluir (flow), entre otras. Lykken (2000) sugiere que los individuos pueden fortalecer intencionalmente su capacidad para experimentar y maximizar emociones positivas, lo que, se ha demostrado, mejora la salud física, emocional y social».

Artículo:      «El Emprendedor desde el Enfoque de la Psicología Positiva».
Autores:       José C. Sánchez, A. Gutiérrez, T. Carballo, R. Quintana, & V. Caggiano
Editorial:     International Journal of Developmental and Educational Psychology
INFAD Revista de Psicología, Nº1, 2010. ISSN: 0214-9877. pp:35-42 35


Presenta: M.C. Enrique Ruiz Díaz.


Con título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la Computación.

Egresado del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.

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