Tuesday, March 17, 2015

Acerca de la Filosofía del Éxito, de la Psicología Positiva, del Pesimismo y del Triunfo.





Altura, Conocimiento.


"...
La quinta luna 
daba tanto miedo 
era la cabeza de una dama 
que sintiendo la muerte cercana 
al billar jugaba. 
Era grande y elegante, 
no era joven, no era vieja 
tal vez enferma 
seguramente estaba enferma 
porque sangraba un poco por la oreja. 

..."

Fragmento de la Canción de Emmanuel 'La Última Luna', del año 1987.



«Un hombre vivía al lado de una calle en la que vendía perritos calientes. Se ocupaba de la propaganda del negocio y colocaba carteles por la calle;  ofrecía su producto en voz alta y los transeúntes compraban. Las ventas fueron aumentando y compraba cada vez mejor pan y mejores salchichas. Tuvo que comprar también un fogón mayor para poder atender un creciente número  de clientes. El negocio prosperaba... Sus perritos calientes eran los mejores de todo el barrio.

Triunfador, consiguió pagar una buena escuela para su hijo. El niño creció y fue a estudiar economía en una de las mejores universidades del país. Finalmente, ya formado, volvió a casa, notó que el padre continuaba con la vida de siempre y decidió tener una conversación seria con él: “Padre, ¿usted no oye la radio? ¿No ve la televisión ni lee los periódicos? Hay una gran crisis en el mundo. La situación de nuestro país es crítica. Todo está muy mal. El país va a quebrar”.

Después de oír las consideraciones de su hijo, doctor, el padre pensó: “Si mi hijo, que estudió economía, lee los periódicos y ve la televisión, cree esto, seguro que tiene razón”.

Con miedo a la crisis, el padre buscó un proveedor de pan más barato (y, claro, peor) y comenzó a comprar salchichas más baratas (que eran, también, peores). Para economizar, dejó de colocar carteles de propaganda en la calle.

Desanimado por las noticias de la crisis, ya ni siquiera ofrecía su producto en voz alta. Tomadas todas estas “providencias”, las ventas comenzaron a caer y fueron disminuyendo hasta niveles insoportables para el negocio del viejo, que antes generaba recursos incluso para pagar los estudios de economía del hijo y que, al final, quebró.

El padre, triste, entonces habló con el hijo: “Estabas en lo cierto, hijo mío. Estamos en medio de una gran crisis”. Y comentaba con los amigos, orgulloso: “Bendita la hora en la que animé a mi hijo a que estudiara economía. Así me pudo avisar de la crisis...”.

¿Se acuerdan de esta historia? ¿Conocen a alguien que pueda estar en peligro de que le pase algo parecido? “¿Es real la realidad?”, se preguntaba ya hace muchos años Paul Watzlawick. ¿Cómo sabemos lo que creemos saber? Cada cierto tiempo aparecen noticias nada agradables sobre la denominada “crisis financiera” y, en su supuesta machacona realidad, nos van sumiendo en un estado de ánimo cercano a la depresión. Y cada día peor... Y parece que son los prolegómenos de los momentos peores que acontecerán en el futuro próximo. Y las quiebras aumentan y, lo que es peor, sus consecuentes despidos...

¿Hasta qué punto nosotros mismos somos víctimas de “profecías que se autocumplen”?, se pregunta Paul Watzlawick. ¡Menos mal que, en el fin de año, todos nos desearemos “¡Feliz Año Nuevo!” ».

Autor: José María Gasalla.
  
Bien, ahora ponga atención a una definición para la «Psicología Positiva», esta dice que:

Seligman y Csikszentimihalyi. Catalizar el cambio sobre la idea de potenciar las experiencias positivas.

Ahora, en la opinión de mi persona, M.C. Enrique Ruiz Díaz, declaro que yo veo un enfoque con importante intersección entre la citada Psicología Positiva y la extensa (afortunadamente) Psicología o Filosofía de la Superación Personal.

Debo decir que a través de comunicación telepática se me aclaró que la Psicología Positiva (como ciencia que es) busca también conocer la identidad cultura de la persona, sus engranajes culturales autóctonos que le perteneces, porque de ese conocimiento el psicólogo descubre los catalizadores para desatar el potencial de la persona. Mientras que la psicología del éxito puede restringirse (a efectos de esta aclaración) a una aportación teórica importante, pero que no cuida de enlaces culturales propios de la persona. En este caso, por citar un ejemplo, la psicología del éxito de «los Siete hábitos de las personas efectivas», de Stephen R. Covey, misma que transmite una teoría importante pero no le compete ver que despierta la cultura propia de cada persona a esa persona.

Sea como fuere tengamos conciencia de la intersección de enfoque entre psicología positiva y filosofía del éxito para anotar que la mente de muchas personas enferma por tomar mucha nota de las cosas negativas. Así que cuando uno lee metódicamente la sicología o filosofía del éxito, uno aprende a tomar mejores observaciones del mundo, y en consecuencia la mente se encamina hacia la salud mental y el triunfo.
  

Presentó y Escribió: M.C. Enrique Ruiz Díaz.
Con título y cédula profesional 5632071 en la Maestría en Ciencias de la Computación.

Egresado del Instituto Tecnológico de Orizaba, Veracruz, México.

No comments:

Post a Comment